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Teorías de Migración: ¿Por qué migran las personas?

Una terminal de aeropuerto llena de pasajeros. Imagen de Jan Vašek.

La migración, ya sea internacional o doméstica, voluntaria o forzada, es un proceso complejo que depende tanto de factores individuales como sociales. Tradicionalmente, se ha visto como una consecuencia de las diferencias geográficas entre ciertas regiones en términos de trabajo e ingresos. Sin embargo, también pueden influir otros factores, como las diferencias en la calidad de vida y la libertad política entre regiones. A finales del siglo XIX, los científicos sociales comenzaron a discutir por qué las personas migran, y propusieron varias explicaciones. Estas son las principales teorías que intentan dar sentido a las causas de la migración:

  • Teoría push-pull: Afirma que las regiones tienen ciertos factores que hacen que las personas emigren o inmigran.
  • Teoría neoclásica: Afirma que las personas migran a regiones donde el mercado laboral necesita trabajadores, o a regiones donde el mercado recompensa mejor sus habilidades.
  • Teorías de la globalización: Afirman que la migración puede ser o no fomentada por el proceso de globalización.
  • Teoría del mercado laboral dual: Afirma que dos tipos de personas migran a economías desarrolladas: tanto trabajadores de altos ingresos como de bajos ingresos.
  • Teoría de la Nueva Economía de la Migración Laboral (NELM, en inglés): Afirma que la decisión de migrar es tomada por familias enteras en lugar de individuos.
  • Teoría de la diáspora: Afirma que los miembros de grupos étnicos o nacionales se dispersan por el mundo, pero mantienen un contacto cercano entre ellos en el extranjero.
  • Teoría de las redes de migración: Afirma que los migrantes desarrollan redes de apoyo que alientan a otras personas a migrar también.
  • Teoría de los sistemas de migración: Afirma que la migración es un proceso con flujos bidireccionales, que afectan tanto a los orígenes como a los destinos de los migrantes.
  • Teoría de la transición de la migración: Afirma que la migración varía según el nivel de desarrollo de una región.

Teoría Push-Pull

La teoría push-pull de la migración es la forma tradicional de entender la migración. Según esta teoría, hay muchos factores que hacen que las personas quieran vivir en un lugar o en otro. Algunos de ellos son:

  • Factores políticos: Las personas huyen de regiones que están experimentando conflictos violentos, guerras civiles, niveles crecientes de delincuencia o inestabilidad política.
  • Factores económicos: Las personas se mueven en busca de mejores trabajos.
  • Factores culturales: Las personas se mudan a regiones donde se sienten bienvenidas, como regiones donde se habla su lengua materna.
  • Factores ambientales: Las personas huyen de desastres naturales, como terremotos, o incluso de procesos ambientales graduales, como el aumento del nivel del mar, que ha representado una amenaza existencial para los pequeños países insulares.
  • Factores demográficos: Las personas se mudan de regiones densamente pobladas a lugares donde hay menos presión sobre los servicios públicos, el tráfico de la ciudad, etc.

En el siglo XIX, el geógrafo anglo-alemán Ernst Ravenstein afirmó que la causa principal de la migración son los factores económicos. En los años siguientes, varios estudiosos desafiaron su argumento. Por ejemplo, algunos autores creían que la migración depende de la distancia entre ciertas regiones, el tamaño de sus respectivas poblaciones y la fortaleza de sus respectivas economías. Además, en 1966, Everett Lee afirmó que la migración depende no solo de los factores push-pull, sino también de los obstáculos para migrar y de la voluntad individual de migrar.

El problema con los modelos push-pull es que son puramente descriptivos. Toman en cuenta muchos factores para explicar la migración, pero hacen un mal trabajo explicando las relaciones entre ellos. Además, los modelos push-pull no pueden explicar por qué ciertas regiones atraen y repelen a los migrantes, y por qué ciertos migrantes deciden regresar a sus lugares de origen.

Teoría Neoclásica

Al igual que su contraparte en Economía, la teoría neoclásica de la migración se basa en la idea de equilibrio, es decir, la noción de que, a largo plazo, la inmigración y la emigración se equilibran. En general, los adherentes a esta teoría creen que la migración se explica por las diferencias geográficas en los mercados laborales. Las personas migran de regiones con un excedente de mano de obra, donde se les paga menos, a regiones con escasez de mano de obra, donde se les paga más. Este proceso hace que los salarios aumenten en la región de origen y disminuyan en la región de destino. Eventualmente, se alcanza un punto de equilibrio y los salarios terminan siendo exactamente los mismos en ambas regiones.

En 1970, John Harris y Michael Todaro se inspiraron en la escuela de pensamiento neoclásica para crear el modelo Harris-Todaro. Es un modelo que intenta entender la migración rural-urbana. En particular, les preocupaba el hecho de que las poblaciones rurales continuaban migrando a las ciudades, a pesar de que los trabajos urbanos eran cada vez más difíciles de encontrar. Según su modelo, el aumento del desempleo urbano es en gran medida irrelevante para la decisión de los campesinos de migrar. Más bien, el modelo afirma que los salarios urbanos son mucho más altos que los rurales, por lo que los campesinos tienen un incentivo para migrar. En consecuencia, mientras esta diferencia salarial supere el riesgo de desempleo, el éxodo rural continuará.

Otra vertiente del pensamiento neoclásico es la teoría del capital humano, propuesta por autores como Larry Sjaastad en 1962. Argumentaba que las personas tienen diferentes habilidades y conocimientos, y que el valor de su «capital humano» variará entre regiones. Por ejemplo, en los países en desarrollo, los ingenieros especializados pueden tener dificultades para encontrar trabajos que se ajusten a sus calificaciones. De hecho, esto se ha vuelto un escenario tan común que muchos ingenieros han ingresado a la «economía de la chapuza», por ejemplo, trabajando como conductores para Uber. En consecuencia, esta teoría afirma que las personas serán incentivadas a migrar cuando crean que sus habilidades serán mejor recompensadas en otros mercados laborales. Un caso en cuestión es el de los jóvenes, que generalmente están mejor educados y, como tales, esperan salarios mayores que los disponibles actualmente donde viven.

Las teorías neoclásicas de la migración suelen ser criticadas por sus supuestos. Asumen que las personas son racionales y tienen información perfecta sobre las diferencias salariales entre regiones. Además, asumen que la migración no tiene impedimentos. No obstante, puede no ser fácil obtener información precisa sobre los salarios en otras regiones, y, aun así, las personas pueden decidir no migrar basándose en preferencias emocionales, a pesar de los beneficios racionales. Además, en el mundo real, hay varios obstáculos para la migración, particularmente en los países desarrollados cuyos mercados laborales pagan mejor — visados, controles fronterizos, muros fronterizos e incluso xenofobia, todos los cuales pueden desalentar o inhibir la migración.

Teorías de la Globalización

La globalización es el proceso por el cual el mundo se vuelve más integrado, con personas, empresas y gobiernos involucrándose en flujos e interacciones cada vez mayores. Este proceso puede verse tanto de manera positiva como negativa. En un mundo globalizado, la migración siempre es alentada y desalentada:

  • Gracias a las mejoras en las tecnologías de comunicación y transporte, nunca ha sido más fácil migrar — a pesar de las barreras políticas a la migración. A distancia, las personas pueden ver cómo es la vida en otros lugares y pueden sentirse tentadas a mudarse aprovechando redes de transporte maduras, como rutas marítimas y aéreas.
  • Al mismo tiempo, también debido a las tecnologías de comunicación y transporte, la migración puede no ser necesaria, porque las personas pueden ir fácilmente a otra región y luego regresar a su lugar de residencia original. Hoy en día, por ejemplo, hay muchas personas que participan en la migración pendular: el movimiento regular entre la residencia y el lugar de trabajo, típicamente en diferentes ciudades. Además, hay quienes se benefician de visados de vacaciones-trabajo: aquellos que permiten a los migrantes trabajar en un país extranjero por un período prolongado, aunque temporal.

Según los académicos marxistas de la política mundial, como Immanuel Wallerstein, la globalización hace que la migración ya no dependa únicamente de los deseos individuales de las personas. En cambio, creen que la migración es una consecuencia de interacciones sistémicas que refuerzan las desigualdades globales, porque los trabajadores altamente educados suelen dejar sus países de origen y mudarse a países desarrollados. Una evidencia de esto es el hecho de que los estados generalmente intentan facilitar la migración solo de aquellas personas que tienen abundante dinero o conocimientos, proporcionándoles «visados dorados» o «visados de habilidades extraordinarias». En palabras del sociólogo polaco Zygmunt Bauman, «Las riquezas son globales, la miseria es local».

Una crítica a las teorías marxistas sobre la relación entre globalización y migración es que los trabajadores calificados pueden mejorar verdaderamente sus vidas al migrar — es decir, no son necesariamente víctimas indefensas del capitalismo global.

Teoría del Mercado Laboral Dual

La teoría del mercado laboral dual fue propuesta por autores como Michael Piore, en el libro Birds of Passage: Migrant Labor and Industrial Societies, publicado en 1979. Esta teoría enfatiza que las economías desarrolladas necesitan dos tipos de trabajo, por lo tanto, atraen a dos tipos completamente diferentes de migrantes:

  • Trabajadores altamente calificados: Son seleccionados por su «capital humano» o por pertenecer a una cierta élite privilegiada. No tienen problemas para obtener visados y permisos de trabajo, y sus trabajos están muy bien remunerados.
  • Trabajadores poco calificados: En lugar de ser seleccionados, migran por su propia voluntad para trabajar en empleos complementarios como ser conserjes, trabajadores de ventas al por menor, representantes de servicio al cliente y trabajadores agrícolas. A menudo, exceden sus visados o no tienen visados en absoluto.

La teoría del mercado laboral dual postula que los trabajadores poco calificados, con un estatus migratorio irregular, contribuyen tanto a propósitos económicos como políticos nefastos. Por un lado, los migrantes irregulares son vulnerables a los abusos de sus empleadores: por ejemplo, horas de trabajo excesivas, robo de salarios, condiciones de trabajo inseguras, violencia física y verbal y esclavitud por deudas. Estos migrantes forman una fuerza laboral dócil que puede ser explotada para maximizar las ganancias. Por otro lado, ciertos políticos también se benefician de la existencia de migrantes irregulares en un país. Estos migrantes pueden ser retratados como chivos expiatorios de las malas condiciones económicas y pueden ser objeto de ataques xenófobos, lo que a menudo facilita el ascenso de partidos de extrema derecha que prometen frenar la migración.

En los estados árabes del Golfo Pérsico, por ejemplo, se utiliza el sistema Kafala para supervisar a los trabajadores migrantes que trabajan en el sector de la construcción y en el servicio doméstico. Estos trabajadores son rutinariamente sometidos a condiciones de trabajo explotadoras, que bordean la esclavitud, porque su estatus migratorio depende de los deseos de sus respectivos empleadores. Como regla general, los trabajadores extranjeros en estos países tienen pocas posibilidades de una vida próspera, pero muchos prefieren este destino en lugar de los estándares de vida aún peores en sus países de origen.

Teoría de la Nueva Economía de la Migración Laboral (NELM)

La teoría NELM de la migración surgió a finales de la década de 1970, gracias a los estudios de académicos como Oded Stark. Esta perspectiva sostiene que la decisión de migrar no la toman los individuos, sino las familias. Es una teoría con vínculos con la antropología y la sociología, ya que discute cómo los pobres intentan proactivamente mejorar sus vidas, incluso frente a las desigualdades adversas. Según los defensores de la teoría NELM, hay varias razones que hacen que una familia tome la decisión de migrar:

  • La migración es una forma de diversificar el trabajo de los miembros de la familia, de modo que una crisis en un lugar o sector económico no empeore la situación de todos los parientes. Así, las personas pueden migrar incluso si no significa aumentar sus salarios — después de todo, solo diversificar las fuentes de ingresos puede ser valioso.
  • La migración es una forma de ayudar a los miembros de la familia a reunir suficiente dinero para sostener el negocio familiar. En consecuencia, muchos migrantes que se trasladan a trabajos bien remunerados en otras regiones envían remesas a casa. En países como Tayikistán, en Asia Central, y Tonga, una pequeña isla en el Pacífico, las remesas representan casi la mitad del producto interno bruto (PIB).
  • La migración es una forma de lidiar con la privación relativa: la circunstancia en la que una familia tiene suficiente dinero para mudarse a otro lugar, y sabe que, al hacerlo, es probable que mejoren las perspectivas de la familia.

Las teorías NELM han sido criticadas porque ven a las familias como una «caja negra» — lo que significa que descuidan las dinámicas que ocurren dentro de cada familia. Por ejemplo, la migración puede ser una forma en que los hijos ganen independencia de sus padres, o para que las mujeres escapen de esposos abusivos. Además, en algunos casos, las familias pueden dividirse porque los ancianos no están dispuestos a dejar sus hogares mientras que los jóvenes desean encontrar mejores trabajos en un lugar diferente.

Teoría de la Diáspora

Como regla general, una diáspora es una población que se ha dispersado por el mundo después de ser desplazada por la fuerza — como los esclavos africanos que fueron enviados a las colonias americanas y asiáticas, y los judíos que huyeron de la Alemania nazi. Hoy en día, en el habla común, una diáspora se refiere a cualquier comunidad transnacional que comparte ciertas características, que fueron descritas por el sociólogo sudafricano Robin Cohen, en el libro Global Diasporas:

  • La comunidad está presente en muchos estados diferentes.
  • La comunidad migró ya sea por la fuerza o en busca de oportunidades comerciales o coloniales.
  • Los miembros de la comunidad comparten una cierta memoria colectiva.
  • Dentro de cada país extranjero, los miembros de la comunidad comparten un sentido de solidaridad entre ellos y participan en actividades comunitarias.

Según los defensores de la teoría de la diáspora, como Alejandro Portes, una diáspora surge ya sea por el fomento de gobiernos y empresas coloniales o por el fomento de los propios migrantes. Sin embargo, autores como Luis Eduardo Guarnizo han afirmado que las diásporas iniciadas por los propios migrantes son raras, y que las relaciones entre los miembros de una diáspora son mayores dentro de las clases privilegiadas.

Teoría de las Redes de Migración

La teoría de las redes de migración se centra en las interacciones entre los migrantes dentro de una región y entre ellos y aquellos que permanecieron en las regiones de origen. Esta perspectiva propone que la migración de una región a otra comienza debido a un factor estructural, pero que se perpetúa gracias a la aparición de redes migratorias. Por ejemplo, un aumento en el desempleo o un desastre natural puede llevar a las personas a buscar otro lugar para llamar hogar, y su presencia en otro lugar puede dar lugar a una red migratoria que incentiva a otros a migrar y reduce los costos y riesgos involucrados en hacerlo.

En países desarrollados como Estados Unidos y los que forman la Unión Europea, no es raro ver a migrantes experimentados ayudando a los recién llegados a encontrar un hogar, solicitar trabajos, abrir una cuenta bancaria e incluso lidiar con procedimientos burocráticos. Además, los migrantes experimentados pueden ser invitados a traer nuevos trabajadores a sus lugares de trabajo para satisfacer la creciente demanda de mano de obra. Además, existen redes migratorias creadas y/o mantenidas por empresas especializadas que ofrecen servicios para migrantes, como la facilitación de visados — conocidas como la «industria de la migración». Todos estos casos destacan el impacto de los efectos de red en la migración.

Teoría de los Sistemas de Migración

Si bien muchas, si no la mayoría, teorías de la migración enfatizan las consecuencias de la migración para las regiones de destino, la teoría de los sistemas de migración examina los efectos recíprocos que los migrantes producen en los lugares de origen y destino.

En 1970, el geógrafo nigeriano Akin Mabogunje presentó un estudio exhaustivo sobre la migración rural-urbana en África, pero sus ideas también pueden extrapolarse para entender la migración internacional. Creía que los migrantes, al ser recibidos y encontrar una vida mejor en otro lugar, informaban estas buenas noticias a los amigos y familiares que se quedaban en sus lugares de origen. Según él, el flujo de información positiva de los destinos a los orígenes hace que más personas quieran migrar. Además, estas personas no quieren migrar a cualquier lugar, sino a lugares específicos que se consideran los mejores.

Otros autores han elaborado sobre las ideas de Mabogunje, particularmente dos sociólogos estadounidenses. Según Peggy Levitt, los migrantes generan las llamadas «remesas sociales» — flujos de ideas e identidades que llegan a ciertas regiones y cambian las aspiraciones de las personas. En última instancia, afirmó, las personas ya no estarían satisfechas con sus vidas actuales, porque hay vidas mejores en otros lugares. De manera similar, Douglas Massey utilizó el concepto de «causación acumulativa» para argumentar que la migración engendra cambios socioeconómicos en los lugares de origen. Creía que, si los migrantes tenían éxito en sus empresas, surgiría una «cultura de migración» y cada vez más personas querrían migrar. El argumento central de la teoría de los sistemas de migración es que un cierto flujo de una región a otra puede generar otros flujos, en ambas direcciones.

El problema principal con estas teorías es que no logran explicar el auge y la caída de los sistemas de migración. Por ejemplo, la mayoría de las migraciones iniciales de un lugar a otro no llevan a la creación de sistemas migratorios, como las realizadas por los nómadas. Además, algunas rutas migratorias consolidadas pueden declinar, como aquellas que implican la explotación de recursos naturales que se han agotado. Un caso en cuestión son los flujos entre las ciudades mineras y las ciudades portuarias, que comúnmente se vuelven menos intensos a medida que se agotan las reservas minerales.

Otro problema es que estas teorías no consideran los aspectos negativos de los sistemas de migración, que pueden ser exclusivistas o no ser positivos en absoluto. Ciertas comunidades cubanas en Estados Unidos, por ejemplo, son reacias a recibir a simpatizantes del régimen comunista que gobierna su país de origen. Estas personas son activamente discriminadas en términos de ofertas de trabajo en la economía informal. Además, los migrantes en general pueden no estar dispuestos a apoyar a otros migrantes — después de todo, todos compiten entre sí por trabajos, residencias e incluso el apoyo gubernamental en términos de ayuda y regularización del estatus migratorio.

Teoría de la Transición de la Migración

En 1971, el geógrafo estadounidense Wilbur Zelinsky introdujo la teoría de la transición de la migración, bajo la influencia de la teoría de la transición demográfica de Warren Thompson. Este enfoque sostiene que la intensidad de la migración está relacionada con el nivel de desarrollo dentro de una determinada región. En términos simples, hay las siguientes fases de migración, con cambios en sus patrones a lo largo del tiempo:

  • En las sociedades premodernas, que son aquellas que aún no se han urbanizado, hay poca o ninguna migración. Las personas están acostumbradas a vivir siempre en el mismo lugar, y hay poca esperanza de otra cosa, porque las redes de comunicación y transporte aún son inadecuadas para la migración.
  • En las sociedades en transición temprana, que son aquellas que están comenzando a urbanizarse, la migración aumenta sustancialmente. Las personas de repente tienen que lidiar con el crecimiento de la población, la reducción de empleos rurales y el desarrollo tecnológico. Debido a esto, ocurre un movimiento masivo de personas del campo a las ciudades.
  • En las sociedades en transición tardía, que son aquellas en las que las ciudades son más prominentes que las áreas rurales, aumenta la migración urbana-urbana mientras disminuye la migración rural-urbana. En esta fase, hay muchas ciudades compitiendo entre sí para atraer la fuerza laboral, y solo unas pocas personas permanecen en el campo para apoyar la agricultura y la ganadería.
  • En las sociedades avanzadas y super-avanzadas, casi toda la migración es urbana, y hay mucha más inmigración que emigración. Las personas que viven en estas sociedades no están dispuestas a mudarse a otros lugares, mientras que las personas de regiones menos desarrolladas están más que dispuestas a migrar a un lugar mejor.

Por un lado, la teoría de la transición de la migración ha sido empíricamente validada múltiples veces — es decir, hay abundante evidencia de que la migración (particularmente la inmigración) aumenta en paralelo con el desarrollo económico. Por ejemplo, según el Banco Mundial, los países que reciben más migrantes son aquellos en proceso de desarrollo — especialmente porque los países desarrollados ponen obstáculos a la migración. Por otro lado, los defensores de esta teoría deben tener en cuenta que la correlación entre migración y desarrollo no es ni inevitable ni irreversible. La capital de Líbano, Beirut, por ejemplo, fue considerada la «París del Este» porque era un gran lugar para vivir, pero todo cambió cuando el país se vio devastado por la guerra y la inestabilidad política en la segunda mitad del siglo XX.

Conclusión

Las teorías de la migración han surgido con un propósito claro: ayudar a explicar por qué las personas deciden dejar sus hogares e intentar establecerse en otro lugar. Originalmente, se creía que las personas migran porque los lugares tienen atributos que hacen que quieran vivir allí, o quieran vivir en otro lugar — por ejemplo, diferentes mercados laborales. En las décadas de 1970 y 1980, ciertos teóricos veían la migración como una consecuencia de interacciones sistémicas dentro del sistema capitalista — notablemente, interacciones que refuerzan las desigualdades globales porque afectan principalmente a los trabajadores extremadamente mal pagados y muy bien pagados. Más recientemente, los estudiosos han llegado a la conclusión de que los factores sociales son cruciales para explicar la migración. La teoría NELM se concentra en las razones para que una familia migre, mientras que la teoría de la diáspora y las teorías sobre redes y sistemas de migración se centran en el papel de la sociedad en su conjunto. Todas estas perspectivas son necesarias para entender completamente por qué ocurre la migración y las formas en que puede ser fomentada.


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